La memoria como consecuencia inesperada de la Ley de Justicia y Paz

Vera, J. (2014). Memorias emergentes: las consecuencias inesperadas de la Ley de Justicia y Paz en Colombia (2005-2011). Estudios Socio-Jurídicos, 17 (2), 14-44.
Por: Maria Susana Peralta
Juan Pablo Vera Lugo nos presenta una investigación –empírica y teórica– sobre la apropiación disímil que ciertas organizaciones –estatales y sociales– realizaron de la Ley de Justicia y Paz. Vera Lugo introduce a las lectoras en la esfera teórica de la memoria, para abordar las consecuencias inesperadas de la ley. Estas consecuencias surgen de testimonios y relatos de observaciones directas para insistir en la importancia del surgimiento del debate sobre las tecnologías de la memoria y la finalidad de construir memoria histórica.
El autor investigó las dinámicas internas y las intenciones políticas de dos instituciones gubernamentales (el Grupo de Memoria Histórica y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación) para analizar la relación Estado – Memoria. Considera que estas instituciones han alimentado los debates sobre los procesos de memorialización, y que esta discusión debería continuar desde la polifonía de la sociedad. Así mismo, estudió a dos organizaciones de la sociedad civil (Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y el grupo Hijos e Hijas). Con esto busca afianzar su tesis de que la Ley de Justicia y Paz es un mecanismo de justicia transicional fallido, pero sumamente exitoso en cuanto a la creación de efectos culturales preservadores de la memoria.
Estas respuestas se dan en varios escenarios, desde la observación participativa de los transeúntes en las exposiciones artísticas callejeras, hasta la creación de asociaciones de civiles para generar políticas públicas construidas con participación de quienes construyen la memoria.
El artículo cumple cabalmente con su propuesta. Efectivamente convence a quien lo lea de que la memoria es un concepto aún en construcción que requiere de aportes políticos, teóricos, culturales e institucionales. A lo largo del texto quedan expuestas las decisiones teóricas y políticas de Vera Lugo. Las dos más llamativas son: el estado, y el debate sobre la metodología de la memoria. El primer caso se refiere a la escritura del sustantivo Estado con minúscula, en respuesta a la convicción de que se halla aludiendo a las características “metafísicas” del estado, junto a las manifestaciones cotidianas del mismo. A diferencia del derecho, que ve al, y habla del, Estado como un ente monolítico, la antropología, en una tradición retomada por Vera Lugo, lo “desempaca”. El estado es visto como una serie de prácticas y creencias cotidianas concretas, susceptibles de producir efectos diversos en sus apropiaciones, y reapropiaciones, constantes.
El segundo aspecto más atractivo del artículo es la defensa de la subsistencia del debate sobre los procesos de memorialización. Esta discusión alude a la tensión existente entre quienes consideran que las manifestaciones performativas y políticas de la memoria son apologías a los crímenes, y quienes aseguran que estas manifestaciones son tecnologías de memoria en sí mismas que tienen como interés real la no repetición de las atrocidades. Aunque el autor se inclina mucho más por la segunda opción, constantemente afirma que su intención es mantener latente esta controversia, pues de allí surgen mejores ideas para la preservación de la memoria por medio de tecnologías que apuntan a públicos diferentes.
No obstante, Vera Lugo pasa por alto las rigurosidades lingüísticas que un tema tan complejo –y complejizado– implica. Las frases ausentes de signos de puntuación –o que podrían estar mejor ubicados– se convierten en afirmaciones casi ilegibles. En consecuencia, sólo las personas interesadas en el tema de la memoria en construcción le dedicarían el tiempo y la atención que requiere el desmenuzar cuidadosamente cada frase que ha emocionado al autor durante su creación. Adicionalmente, el interés de mantener la objetividad en su discurso académico, pudo haber producido en Vera Lugo un tono desdeñoso al momento de referirse a los objetivos políticos de las organizaciones sociales. Por ejemplo, en algunas ocasiones enfatiza de manera desmesurada las creencias desconfiadas de los miembros de las organizaciones sociales; y en otras, expone con excesiva ligereza la interpretación que las víctimas han hecho de la tensión entre el estado victimario y el estado de la memoria.
Los invito a que lean el artículo de Vera Lugo y los demás artículos publicados en la Revista de Estudios Socio-Jurídicos, y también a que nos cuenten acerca de posibles artículos para reseñar (escríbanos a nuestro mail, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.).

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