Edgar Peña aborda el análisis de las peculiaridades que distinguirían la interpretación constitucional boliviana de la interpretación de la legalidad común. A través de su estudio, se enmarca, entonces, en el debate sobre el neoconstitucionalismo. Este debate, como da cuenta el artículo de Peña, ha estado influenciado tanto por el constitucionalismo español post-78 como por el neoconstitucionalismo latinoamericano, del cual cabe resaltar, entre otros, el colombiano.
El autor plasma desde el principio que su artículo gravita sobre dos peculiaridades: los sujetos que realizan la interpretación constitucional boliviana y la forma de llevarla a cabo. Para estudiar estos aspectos, Peña parte de la premisa según la cual hay una diferencia entre la interpretación jurídica en general y la interpretación constitucional en particular.