¿Cómo mejorar las clases del derecho? Nuevas metodologías en análisis económico

El juego de roles consiste en que los jugadores (estudiantes) asuman como propias las posiciones de quienes participan “realmente” en un caso concreto. Este caso es diseñado por el profesor para desarrollar los problemas jurídicos que quiere trabajar. Ferreira sostiene que, si bien su implementación implica ciertas dificultades, con esta metodología se ejercitan habilidades cognitivas de análisis y crítica y habilidades afectivas y psicomotoras.

En su clase de análisis económico del derecho, Ferreira oscurece el salón, dejándolo sólo con la luz del video beam. Organiza a los jugadores sentados en forma de “U” y proyecta videos de Santa Catarina, una paradisíaca ciudad, mientras narra la envidiable vida de sus habitantes. De repente… BOOM, suena una bomba, un video muestra balas, sangre, heridos, muertos, sufrimiento y datos muy concretos –inventados- de la cantidad de damnificados como consecuencia de los atentados. En medio de la lucha contra el grupo terrorista culpable, la policía captura a alguien que, supuestamente, es líder del grupo y, por tanto, tendría información sobre futuros posibles ataques. La escena en la que los jugadores actúan es el interrogatorio del supuesto criminal.

Los estudiantes eligen el rol que quieren desempeñar: el acusado, su abogado, el Secretario de Seguridad o el Jefe de la Policía. El objetivo es ver si los jugadores, en estas condiciones, acudirían a la tortura como mecanismo de interrogación. Para fomentar la discusión, el profesor se vale de distintos medios como añadir temas, pedir resultados al alcalde, mostrar videos, etc... Una vez termina la actividad, el profesor modera una discusión sobre los argumentos en pro y en contra de la tortura entre los estudiantes. Para el éxito de la actividad, son claves el caso, la dedicación del tiempo suficiente y la calidad de la discusión.

A mi parecer, el autor tiene toda la razón cuando afirma que en la medida en la que se involucre de forma más activa a los estudiantes, las clases van a ser más enriquecedoras. Considero, incluso, que enseñar así tiene beneficios inexplorados por el autor. Por ejemplo, romper la rigidez con la que se asume la academia. De alguna manera, las clases se supone que “deben” ser aburridas –son lo contrario al recreo, al desarrollo personal, social y emocional, que sucede por fuera de las clases. Cambiar ese paradigma y crear una clase entretenida, que se valga de la complejidad de las diferentes facetas del ser humano –incluidos los sentidos- para explorar temas que, en tanto académicos son también humanos, es algo a lo que vale la pena asignarle recursos. ¡Ojalá hubiera podido estar en su clase, profesor Ferreira!

Invito a todas las personas que leen el blog de UNA Revista de Derecho a leer el artículo de Ferreira Ribeiro y los demás artículos publicados en la Economical Analysis of Law Review, y también a que nos cuenten acerca de posibles artículos para reseñar (escríbanos a nuestro mail, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.).